¿Qué es la literatura 'kleenex'? (Columna de prensa)

Quizá no sea la persona más indicada para hablar de cómo se debe educar hoy en día en los centros educativos del país. Sin embargo, me alegra saber que sí existen voces y plumas capaces de transmitir esa preocupación que, a la larga, nos afecta a todos. Es por eso que quiero hacerles partícipes de una opinión crítica que afecta al terreno de lo literario, como es la de discernir aquello que llamamos “buena literatura” de la “mala literatura” o, para mi sorpresa, “literaturas kleenex”. Queramos reconocerlo o no, las lecturas que realizan los jóvenes educandos de la actualidad son pocas y de una calidad “sospechosa”. Inmersos en el mundo de las exitosas sagas y best-sellers “facilones”, la lista de publicaciones se dirige hacia el ahorro, tanto a nivel literario como de paginación. “Libros finos y con letra grande”, piden los alumnos. Y eso es, a mi modesto parecer un error. Reconozco que yo fui un pequeño rebelde y tardé en apasionarme por la lectura. Ahora, con una mejor perspectiva, y tras compartir momentos de tertulia con personajes de la talla de Jaime Siles o Alfredo Bryce Echenique, puedo decir que es necesario fomentar la “buena literatura” entre los estudiantes. Ejemplos en la provincia para llevar a cabo esta difícil empresa no nos faltan. Por nombrar a uno de estos caballeros de la palabra, y que habló la pasada semana con nosotros, está Pep Castellano, quien ha entendido a la perfección que la literatura infantil y juvenil no está exenta de calidad ya que es una gran responsabilidad la de escribir historias que sirvan también como métodos de educación. Así pues, me parece interesante que los escolares aprendan con los clásicos de nuestras letras cuanto antes --y no tengan la necesidad de llegar a la universidad para descubrir a Cervantes--. Será mejor para todos.

'Libro breve', de Martín Tognola