La infancia de una mujer que se hizo a sí misma (reseña literaria)

Retratar una infancia, la propia, y hacerlo a través de la misma mirada inocente de cuando se es niño, esa mirada pura, ingenua, que no conoce la malicia, esa mirada de ojos abiertos, expectantes. La pintora colombiana Emma Reyes fue capaz de narrar sus primeros años con gracia inusitada. Difícil es resistirse al encanto que emanan, pese a describir pasajes de gran dolor, de llantos y lamentos, de ausencias.
La vida de esta mujer de éxito, que pasó la mayor parte de su vida adulta en Francia, donde se codeó con Jean-Paul Sartre, que estudió con personajes ilustres a la par que controvertidos como Diego Rivera, que conoció a ilustres como Pier Paolo Pasolini y  que conmocionó con su historia a todo un premio Nobel de Literatura como Gabriel García Márquez, es un auténtico misterio, un enigma que con el tiempo ha ido captando la atención de más y más curiosos. ¿Quién fue en realidad Emma Reyes?
En 1969, animada por el intelectual e historiador colombiano --y gran amigo suyo-- Germán Arciniegas, empezó a escribir una serie de cartas en las que ejercita su memoria, avivando una serie de recuerdos tristes, desoladores, hasta cierto punto desgarradores. En cada una de esas 23 misivas, la artista revela su condición de huérfana, el abandono que sufrió junto a su hermana de la mujer que se haría cargo de ambas en sus primeros años, su educación y "castración" colonial católica... Todo ello con una honestidad insólita, con un lenguaje sencillo --fue analfabeta hasta la edad de 18 años--.
Memorias por correspondencia, que ha tenido la gracia de publicar Libros del Asteroide, es la historia de una superviviente, de una niña que se refugiaba en su imaginación, en esa necesidad por conocer el mundo, para no abandonarse a sí misma. Emma Reyes cuenta con detalle sus días en Guateque, Fusagasugá y Bogotá, su confinamiento en un convento durante 15 años, sus secretos y aspiraciones... La lectura de este libro conmociona, te atrapa y logra que ames a esta mujer que logró superar toda adversidad para labrarse un futuro, para ser partícipe del mundo, para vivir y ser libre.

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